Las personas que habitualmente optan por un tratamiento de carillas dentales en 2022 son aquellas que quieren mejorar su imagen estética, especialmente el color, la forma y la posición de los dientes.
Las carillas dentales, también conocidas como facetas dentales o carillas estéticas, son reconstrucciones estéticas de porcelana (o composite) encaminadas a mejorar la imagen externa de la dentadura, puesto que permiten modificar visualmente la forma, brillo, color y enmascarar patologías bucales diversas.
Consiste en colocar unas láminas de porcelana en la cara frontal de los dientes, mejorando su aspecto estético. Las carillas dan un mejor aspecto en color y forma a los dientes.
¿Para qué sirven las carillas dentales?
Las carillas ayudan estéticamente a los problemas derivados de la piorrea o de la periodontitis, pero no son un tratamiento de salud para curar estas enfermedades.
Habitualmente, los pacientes que pueden someterse a un tratamiento de carillas son aquellos con una buena salud bucal en general. Es importante tener unos dientes y encías saludables. También es importante tener suficiente esmalte dental. Sin él, la carilla no tendrá una buena retención.
Tipos de carillas dentales
Porcelana o cerámica
Las carillas que más se utilizan son las de cerámica o porcelana. Esta variación de carillas se recomienda para utilizar en casos más graves, como pueden ser dientes astillados, decoloración, separación excesiva de los dientes frontales, etc. Estas se dividen en tres tipos:
- Disilicato de litio. El disilicato de litio es un material que resulta de la combinación de vidrio y cerámica. Es utilizado para realizar prótesis dentales, puentes, coronas y carillas. Su durabilidad ha demostrado ser 3 veces mayor que la de otros materiales. Su fácil manejo y alta resistencia convierten a este material una muy buena alternativa. Consigue una mayor adherencia al tejido dental, y, por consiguiente, una unión más duradera.
- Ultrafinas. Son las carillas de mayor calidad y que dejan una mejor apariencia. Para la elaboración de este material se utiliza porcelana inyectada, lo que genera mayor resistencia. Las más destacadas y las más utilizadas en el mundo de la odontología son las carillas de marca Lumineers. El nombre «ultrafinas” se debe a que tienen un grosor máximo de 1 milímetro, lo cual, en la mayoría de los casos, evita tener que limar o modificar la pieza dental.
- Zirconio. Con un mayor grosor y resistencia, en paridad con las carillas ultrafinas. Las carillas de zirconio ofrecen una mayor resistencia, pero solo se utilizan en casos muy específicos. El zirconio es un elemento muy usado en la odontología, ya que tiene una ventaja sobre otros materiales: su transparencia. La naturalidad que brinda este elemento es único; por ello, resulta ideal para intervenciones estéticas. También es utilizado para realizar puentes dentales, coronas y fundas unitarias.
Composite
El composite es un material extremadamente resistente. Para darnos una idea de su alta resistencia, basta con saber que es un material utilizado en la industria aeronáutica y espacial.
Una ventaja de las carillas de composite es que sólo se necesita una sesión para colocarlas. Por otro lado, su desventaja es que ofrece una menor durabilidad, en comparación con las carillas de porcelana.
Los especialistas prefieren utilizar este material para realizar correcciones sencillas o para realizar modificaciones para personas jóvenes, ya que el tratamiento con porcelana se recomienda utilizar una vez que el crecimiento se ha completado. Por ello, la porcelana se utiliza en pacientes de 18 años o mayores.
¿Cómo se colocan las carillas dentales?
A diferencia de las fundas o coronas, donde la reducción del tejido sano del diente es muy agresiva, para colocar carillas dentales una ligera asperización del esmalte frontal del diente será suficiente para permitir la adhesión de la carilla dental. Por tanto se trata de un tratamiento mucho más conservador.
Una vez las carillas están adheridas al diente, el conjunto diente-carilla adquiere una resistencia a la fractura comparable a la que tiene un diente intacto. Así pues, podríamos entender, que una carilla dental de cerámica es el sustituto sintético del esmalte dental.
Antes de comenzar con el tratamiento de estética dental, realizamos un estudio de la estética de tu boca que sea acorde al resto de tu fisonomía facial.
Fases del tratamiento
- Se realiza un diagnóstico y posteriormente una planificación del tratamiento.
En esta primera fase se necesita también de la ayuda del paciente, ya que tiene que ser quien indique al odontólogo lo que quiere conseguir exactamente con el tratamiento.
Durante este proceso, el odontólogo examinará los dientes del paciente para asegurarse de que es apto para recibir el tratamiento y si es más adecuado realizarlo con carillas de porcelana o composite. También, el odontólogo estudiará las implicaciones y posibles limitaciones del mismo.
- En segundo lugar, se preparará el diente a tratar. Esta preparación consiste en eliminar de la superficie del diente parte del esmalte. Esta parte eliminada deberá coincidir con la cantidad de espesor de la carilla que se añadirá al diente.
- En tercer lugar, se tomarán las impresiones. Estas impresiones se envían a un laboratorio
- El cuarto paso consiste en colocar las impresiones de las carillas ya terminadas. Para poder hacerlo, hay que preparar el diente, en un proceso que consiste en limpiar, pulir y grabar la pieza dental. Con este proceso, se consigue crear una superficie áspera que permite un fuerte proceso de unión entre el diente y la carilla utilizando un cemento especial.
- El quinto y último paso será ajustar esta colocación. Para ello, se eliminará cualquier exceso del cemento especial utilizado. Además, una vez colocada, se evaluará la mordida y, si fuera necesario, se realizaría cualquier ajuste final.
Al igual que en la mayoría de tratamientos dentales, es imprescindible que el paciente mantenga una buena higiene dental. En el caso de las carillas, estas se colocan sobre la superficie de los dientes naturales, por lo que es vital mantenerlos saludables.
Beneficios de las carillas de composite
- Las carillas de composite pueden reconstruirse fácilmente en la clínica dental.
- El tratamiento es más rápido ya que se puede realizar en una única visita al odontólogo.
- Su coste es menor que las carillas de porcelana ya que no se tienen que enviar al laboratorio para su elaboración.
- Se reparan fácilmente. Este tipo de carillas se pueden corregir o moldear de nuevo y restaurar en caso de fractura.
- No son agresivas ni invasivas. Se conserva el esmalte del diente y tienen un gran resultado estético.
Desventajas de las carillas de composite
- Las carillas de composite son menos duraderas que las de cerámica.
- Resisten menos la tinción. Este tipo de carillas con el paso del tiempo pierden brillo o pueden oscurecer, sobre todo en personas fumadoras o si se toma bastante café o vino.
- No se recomiendan para tratamientos grandes o en caso de bruxismo, o hábitos como morderse las uñas u objetos.
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